
Estos días se habla mucho acerca de “los grandes discursos”. Sin ir más lejos hoy el periódico publica el texto íntegro del discurso que Barak Obama pronunció en Chicago el pasado martes. Tambien recordaba otros famosos discursos como aquel “I have a dream” de Martin Luther King o el no menos famoso “Ich bin ein berliner” pronunciado por Jhon F Kennedy en plena guerra fria. Sin duda grandes discursos pero yo hecho en falta uno, el que el domingo 24 de octubre de 1971 pronunciaba en la sede de las Naciones Unidas un anciano de 84 años. Un discurso, que no era discurso y que empezaba con estas palabras “I’m catalan”.
A mucho no les sonará a nada pero os puedo asegurar que por aquí donde yo vivo, en Catalunya, esas palabras puestas en boca de ese anciano emocionaron en el pasado y siguen emocionando aun ahora.
Cuando aquel hombre viejo pronunciaba esas palabras por aquí aún rondaba Franco al frente de su dictadura. El hombre viejo se había juramentado que jamás volvería a su tierra mientras Franco siguiera en ella, y el hombre viejo jamas pudo volver porque los dos eran viejos pero él aun lo era más.
Catalunya es pequeña y los catalanes pocos.
Por mucho tiempo Casals fue considerado sino el mejor uno de los mejores interpretes de violoncelo, respetado y admirado en todo el mundo, aquel día en las Naciones Unidas cuando los ojos del mundo le miraban sus manos ya no eran tan ágiles como un dia fueron, para entonces Casals era solo un hombre viejo hablando de su tierra.
Pau Casals es el autor del Himno de las naciones unidas:
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