Una persona del oficio, me contaba el otro día que en el mundo de la restauración se ha instaurado el síndrome Chicote. Hace unas semanas en España se ha comentado a emitir el famoso (famoso no es sinonimo de bueno) programa televisivo Kitche Nightmare un pseudo reality show basado en dos pilares.
a) un restaurante regentado por una familia mal avenida, y
b) un plato de pasta pasada y/o una hamburguesa congelada
Con estos dos elementos y un presentador/chef Ramsay se estructura este programa en el que lo que cuenta no es la cantidad de grasa que rezuman las patatas sino las sesiones de pseudo terapia sin terapeuta que constituyen el eje del programa.
Justo antes se emite la versión española de esta franquicia televisiva
Mientras en la versión americana la acción se basa en los traumas familiares enquistados, aquí lo que se enquista es la grasa rancia, la suciedad impune y el mal gusto. Solo lo he visto entero una vez y fue suficiente para que en mi cerebro se colasen imagenes dantescas de las muchas cocinas mugrientas que en mi ignorancia saciaron mi hambre a lo largo de mi vida.
No es de extrañar pues que de repente haya aumentado el número de comensales que piden echar un vistazo a la cocina, algo que no necesitaran hacer las personas que visiten Espai Kru.
Con permiso de la crisis, la maldita crisis, Espai Kru tiene todos los ases en la mano y en la manga para triunfar. Desde la experiencia de compartir espacio, equipo y tradición con un restaurante de fama reconocida no por la sofisticación sino por el trabajo bien hecho día tras día durante muchos años.
En la calle Lleida junto a Fira de Barcelona ha nacido este nuevo restaurante. El vecino de arriba del Rias de Galicia, con el mismo producto y profesionalidad pero más sofisticado, más moderno, con platos más elaborados. Imprescindible el tartar de atún (10 sobre 10) pero con el valor añadido del aroma de las cigalas a la plancha de siempre.
Absolutamente recomedable.
Aquí toda la información, historia, platos etc.
tartar de atun apuntado!
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