Ayer tarde se me ocurrió escribir esto en mi perfil de Facebook: Tot plegat això del futbol és una mica exagerat, no? (esto del futbol es un poco exagerado, ¿no?)
Hubo algunas respuestas, no muchas porque claro todos estaban a lo que estaban, al futbol. Hubo dos muy contundentes “No” y una última de mi amiga en FB, Ulla (es austriaca, lo digo por lo del nombre)
Ulla es de esas mujeres que dan rabia porque además de culta y hablar un montón idiomas, resulta que es guapa. Ulla se dedica principalmente es decir al margen de su familia al tema del Coaching, quizá por eso su comentario fue el siguiente “Las emociones vivídas son imprescindibles” Y este es el motivo porque el que hoy Ulla es indirectamente protagonista de este post que habla, de futbol.
Querida Ulla:
Permiteme discrepar , al menos en parte de tu comentario. No discuto que el ser humano necesita emociones que más allà de la vertiente psicologica, está comprobado que provocan reacciones físicas que pueden llegar a producir placer. Tampoco discutiré que las emociones, vividas en grupo, son diferentes,son más fuertes, la emoción de uno alimenta la del otro. Hasta aquí estamos de acuerdo. Donde la cosa deja de funcionar es cuando estas emociones estan vinculadas al fenomeno futbol. Hasta qué punto son reales esas emociones o son productos de agentes externos como los medios de comunicación que no se molestan en disimular y se pasan alimentandolas en su propio beneficio.
Desde mi personal punto de vista una emoción no tiene ningun sentido cuando ésta se basa en injusticias y ¿puede algo más injusto para el conjunto de la sociedad que pagar una cifra absolutamente escandalosa a un sujeto solo por que tiene una cierta gracia dando patadas a un balón?. ¿Tiene algún sentido elevar a la categoria de deidades a sujetos que solo trabajan unas pocas horas al día, y se echan un partidito en fin de semana?. Lo digo porque yo ayer vi una imagen del autobus del Madrid llegando al estadio de Lisboa jaleado en su recorrido por no se cuantos aficionados, que lo primero que pensé fue en los gladiadores romanos; solo que aquellos se jugaban la vida, estos como mucho los ligamentos, que es jodido, bien que lo sé, pero no es lo mismo.
Dudo, querida Ulla, que tú lleves tatuado en parte alguna de tu glorioso cuerpo el escudo de ningun equipo de futbol, salvo quizá si tu hijo juega en el Alella, que creo que no. Por eso el dirigirte esta “carta” es más un recurso literario que da forma a una reflexion personal que un intercambio directo de opiniones contigo porque estoy segura que estamos en el mismo bando, que desde mi modesta opinión es el correcto.
Ver un partido más si es un Barça Madrid, puede resultar entretenido. Si te cuesta las uñas, entonces vamos mal.
Es bueno felicitar a un amigo porque su equipo ha ganado algo, pero ojo es el equipo el que ha ganado no él. El no ha tocado una pelot, a pesar de que las patadas a Cristiano, seguramente ganadas a pulso, las sintiera en sus propias carnes.
Es bueno darle una palmadita de consuelo en el hombro a Rafael, aunque sea virtualmente. Pobre Rafael, él que por un momento llegó a pensar que el Atleti tambien tenía derecho, Si Rafael tenía todo el derecho y tu también. Pero si Rafael no puede este post porque está ingresado por un exceso de ansioliticos, entoncos tampoco vamos bien.
Nada que el futbol hace años, muchos años dejó de ser un deporte y ahora no sé muy bien lo que es, pero en cualquier caso, sea lo sea, esta fuera de control.
Más información sobre