El pasado viernes la señora vicepresidenta. Rediez! te toca una marisabidilla como esta en el cole y menudo futuro te espera todo el día tumbado en el divan del psicólogo.

A lo que iba, la señora vicepresidenta  esa mujer bajita que sabe de todo y mucho y que parece una ametralladora cuando habla, presentó en sociedad, que no es lo mismo que presentar a la sociedad su, (su porque al parecer es suyo) plan de racionalización de la administración (no sé si se llama así pero supongo que esa es la idea de fondo.

Pero eso no es de lo que hoy queria hablar. el tema de hoy es el Meteocat, servei Meteorologic de Catalunya, sin duda uno de los grandes éxitos del proceso de, dígamos recuperación de la identidad nacional catalana, rey indiscutible del prime time televisivo desde los inicios de TV3, que ha generado entre otras cosas una generación entera de «hobres/mujeres del tiempo» que en la actualidad tienen copadas todas las cadenas estatales, creo que son todas, a saber cuatro sexta la primera, en todos o casi todos los informativos del tiempo la persona que habla tiene un claro acento catalán al apellido impronunciable para la gente de la meseta.

¿A qué se debe semejante exìto, consecuencia de un claro interésen la meteorología? ¿Estamos los catalanes más preocupados por las lluvias o las riadas que los valencianos o palentinos?. ¿Llueve distinto aquí que en Baajoz?…. humm mal ejemplo porque en el mediterraneo ya se sabe que ….

En realidad esa canción habla de todo menos del tiempo meteorologico.

El asunto del hombre del tiempo viene de antiguo, viene de haber vivido durane toda una dictadura y más allá  en limbo meteorologico. Des de que tengo uso de razón , de so hace mucho tengo clara la imagen aquella de Don Mariano Medina señalando un mapa  lleno de nubes mientras aquí llevábamos 3 o 4 meses sin ver una gota de agua,  o al revés. Para el hombre del tiempo Catalunya solo existía cuando  las rieras se salían de madre y habían muertos, porque sino moría nadie en el aguacero, para qué hablar de ello si era mucho más interesante el sol que lucía en la costa del sol o en El Ferrol donde Don Francisco paseaba en «su» yate Azor.

Me diréis vosotros los que me leéis desde el otro lado que eso es una tontería. Puede que sí pero imaginaos que es al revés que día tras día veis que en vuestro pueblo no llueve mientras el tío ese de la tele no deja de hablar de lluvias torrenciales..

El problema no es que llueva o no llueva en un sitio u otro el problema es que después de tantos años escuchando predicciones meteorológicas que poco o nada tienen que ver con tu realidad llega un momento en que empiezas a pensar que ese señor habla para otra gente, para otro país. Y ahí es donde yo quería llegar a que a veces eso del «catalanismo» (entendido no como un radicalismo sino como la percepción de pertenencia a una realidad distinta) muchas veces es la consecuencia de una obviedad la NO PERTENENCIA.  Si el hombre del tiempo pasa de mi, si cuando estoy en el extranjero y alguien al ver el pasaporte suelta un «Olé» y un simulacro de cuernos de toro. Si cuando al hablar de grandes cantantes españoles, van y te ponen como ejemplo a la Pantoja y un suma y sigue de ejemplos  situados en el arquetipo del españolito de a pie. A lo que hay que sumar una infinita larga lista de incomprensiones (nacidas del desinteres) desigualdades (encima discutidas) y desequilibrios sociales (que solo los ciegos no quieren ver) entonces es cuando al final uno se pregunta sino es que todo se reduce a un

Será que no nos quieren.

Pues eso, que yo de usted, señora vicepresidenta, lo de Meteocat no lo tocaría. No vaya ser que  al igual que hubo la guerra del francés, no sea que usted en su ánimo de la racionalización mal entendida acabe provocando la revolución de  las isòbares (escrito así porque en catalán llevan acento)