Casa de las Muñecas

He visto que la casita azul os ha llamado la atención, a mi también.

Bueno pues esa casita es la «Casa de muñecas» de Garganta la Olla y no es azul por casualidad.

En la jamba de la puerta hay una figura de mujer y eso es porque esa casa era lo que hoy llamaríamos club de alterne por no llamarlo directamente casa de putas que suena mal. Qué suerte que ya no tengo anuncios de Google, no quiero imaginar las cosas que saldrían anunciadas.

A lo que iba las «mozas de fortuna», que forma tan bonita de llamarlas, ocupaban esa casa donde ejercían esa profesión tan antigua. Los clientes, caballeros off course, pasaban por delante montados en sus cabalgaduras y veien el género que se exponía en la balaustrada.  Y ¿quienes eran esos caballeros? pues gente que llegó a la zona al rebufo del rey Carlos que cómo dije ayer decidió jubilarse en aquellas tierras en el cercano monasterio de Yuste donde construyó un pequeño palacio, pequeño de verdad, donde murió.

Una curiosidad: En tiempos de los Reyes Católicos a las «mozas de fortuna» se les obligó a teñir los picos de las enaguas de color pardo, cosa nada dificil teniendo en cuento el largo de las faldas y la suciedad del suelo. Pues de ahí viene la expresión «ir de picos pardos»

Y para terminar una recomendación, justo enfrente hay un pequeño restaurante, cuyo nombre no recuerdo, situado en un primer piso, al que se accede por una calle lateral la misma donde hay un siniestro «museo de la inquisición». Un sitio agradable, económico y donde te hacen una sopa de tomate que te alegra el día, especialmente si está nublado como me pasó a mi.

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