Carta abierta a Mr Mourdock:


Digo yo que eso de ser candidato debe ser algo muy duro, así que supongo que es usted un hombre muy ocupado, así que intentaré ser breve, aunque lo veo difícil.

Mr Mourdock:

Hace años tuve una compañera de trabajo cuyo nombre no mencionare por motivos obvios,  no teniamos una relación muy estrecha, quiero decir que no solíamos compartír ninguna de esas actividades típicas de los funcionarios, como tomar uno o dos cafes, acercarse a la tienda de al lado.

En ese contexto ella era una mujer excepcionalmente trabajadora, llegaba siempre temprano, se sentaba en su mesa  situada cerca de una ventana desde la que se veia el interior de la manzana y allí estaba toda la jornada , pocas veces dejaba su puesto de trabajo como no fuera por una necesidad fisiologica perentoria o para atender a alguna persona.

No compartía su vida privada, no era la tipica persona que mientras espera con el telefono en la oreja  a que alguien responda su llamada te va contando como le fue el exàmen de mates al niño o que mientras archivas expedientes te habla del noviete ese que se ha echado la niña y que no le acaba de convencer.

Yo no recuerdo que alguna vez estuviera enferma y por supuesto  jamás tramité una baja. Por eso resultó tan extraordinario que un lunes que recuerdo perfectamente , a las once había una reunion con sindicatos ella no se presentara al trabajo y tampoco llamara para avisar.

Su silencio, su alarmante silencio, duró 48 horas.

Aquel había sido un domingo como cualquier otro, a media tarde su marido y los dos pequeños habían salido de casa bufanda al cuello, trompeta en mano dispuestos a vitorear los goles de… quienquiera que fuera el Messi de aquel momento. Poco despues su hija una muchacha de 17 años salió también de casa. Yo imagino a mi compañera de trabajo, diciendo aquello de

No vengas muy tarde hija que mañana tienes clase.

Ya lo sé mamá. Qué pesada.

Después, aquella compañera de trabajo que tuve hace años,  acabaría de recoger  la cocina; casi la puedo  ver  ahora  vaciando los ceniceros del salón al tiempo que pensaba «qué dia dejará este hombre de fumar» y después  seguramente se sentaria a leer y puede que hasta aprovechase para echar una cabezadita.

Aquel había sido un domingo como cualquier otro , hasta que todo se torció.

No vengas tarde le había dicho

Un salvaje, quién sabe si guiado por la mano de algún Dios, la violó allí mismo en la entrada de su propia casa, no se si  quién la encontró fue un vecino o puede que su propio padre. Nunca pregunté los pormenores.

Aunque lo diga, sé que no puedo imaginar lo mucho que sufrió ella, la víctima directa  de la maldad . Lo último que supe de aquella adolescente  era que tenia ya más de 30 años, se había licenciado en psicologia con buenas notas y no tenía pareja. alguien me dijo  que   lo había superado. Yo creo que hay cosas que se quedan ahí para siempre y que son inmunes al olvido, al  apoyo,  a la ayuda, al esfuerzo, el tesón,  y que solo responden a la  ternura, la paciencia, los besos, los abrazos, en definitiva al amor.

Pasado un tiempo mi compañera, volvió de nuevo al trabajo, los pocos que sabían lo sucedido,  callamos.

Ella siguió llegando temprano y marchando tarde, cumplidora como siempre.

Un mañana pidió dos  días de permiso para hacer unas gestiones, quería ayudar a su marido en la mudanza, veinte años juntos no se olvidan facilmente. Por suerte, él había encontrado un piso cerca así los pequeños podrían ir y venir  de una a otra casa  sin dejar a sus amigos, ni cambiar de colegio.

Se separaron sabiendo que aun se seguían queriendo, pero a ella apenas le quedaba ya cariño por compartir y  todos los besos y  los abrazos que no había dado a su hija se los había robado una tarde de domingo cualquiera, un salvaje, quién sabe si  guiado por la mano de algún Dios.

Atentamente.

19 comentarios en “Carta abierta a Mr Mourdock:

  1. Pues mira yo soy mala y si le deseo a Mourdock que de alguna manera sufra lo que ha sufrido y seguro que aun sufre esa mujer de la que hablas. solo falla que yo si creo en Dios y jamás le desearia a alguién que le pasara lo que le pasó a esa niña porque en muchos aspectos los 17 se es aun aniña.

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  2. Hace mucho que leo este blog y no soy de los que suelen dejar comentarios pero hoy quiero hacerlo, mejor dicho necesito hacerlo. Soy una persona creyente y practicante y muchas veces demasiadas me avergüenzo de la gente; porque no me atrevo a llamarlas personas, que se dicen creyentes y que son capaces de decir semejantes atrocidades, estoy contra el aborto gratuito fruto de la irresponsabilidad pero esto…. Por favor señores no mezclemos a Dios en las verguenzas de los humanos, si es que así puede llamarseles.
    Estrella muchas gracias por alegrarme las mañanas.

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  3. No le deseo ningún mal a la/las hijas del Sr. Mourdock si es que las tiene, pero me gustaría ver que opinaría en el caso indeseable de que una de ellas fuera violada y embarazada por un individuo de mente retorcida y violenta… sería un regalo de dios??
    Aquí estamos mal, pero estremece ver cómo piensan algunos políticos de otros paises… Qué tal un poco de empatía, sentido común y menos chorradas?

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