Haciendo el «dominguero» – Monasterio de Montserrat

Dícese  dominguero del espécimen humano que acostumbra a divertirse solamente los domingos o días de fiesta, entendiendo por divertirse, tragarse todas las colas del mundo mundial, ya sean para ir al cine, al centro comercial, a comer unas costillas o para visitar el camarín de la virgen. Aun disponiendo de ambas piernas el dominguero suele desplazarse en un vehiculo motor, vehiculo cuya matricula suele tener solo dos letras, lo que no impide que dicho vehículo se halle en perfecto estado de conservación, con pocos quilometros, durmiendo siempre en garaje. A pesar de la antiguedad de su permiso de conducir el dominguero luce con orgullo todos los puntos del mismo, lo que consigue a costa de circular siempre a 60 kilómetros por hora ya se trate de autopista o camino rural, de esos pocos que no es bueno para los amortiguadores.

Y por último, dominguero es aquella persona que frecuenta resaurantes de carretera en los que de postre se sirve: Pijama. Pues eso es lo que he hecho esta mañana, el Dominguero, con mayúsculas.

Esta semana santa además de trotar por el Pirineo, hemos estado de canguro, canguro  de mi suegra,  ya sabéis aquello que con el tiempo se cambian los papeles, a la que me descuiden seré yo la que necesitaré canguro, pero bueno para eso aun falta un poquito.

De regreso del Pirineo mi marido, hombre organizado donde los haya, aprovecho el trayecto para planificar la estancia de su señora madre en casa.

Mañana la llevamos a cenar a un sitio bonito,  al dia siguiente la llevamos al garden a ver florecitas que eso siempre le gusta; para comer barbacoa , por la tarde al cine y el domingo:….. el domingo:..

En ese preciso instante pasabamos ante un  cartel de la autopista donde en blanco sobre azul se leía Montserrat.

La llevaremos a Montserrat.

Soy incapaz de calcular cuantos años hacía que no pisaba  Montserrat, me suena que fue mucho antes de los grandes incendios que alla por los ochenta asolaron la montaña y cuyo rastro es aun bien visible.  SEguro que fue mucho antes. A pesar de ello yo tenía el vago recuerdo de Montserrat como  un sitio   muy lleno de gente,  gente siempre o casi siempre cargada con una bolsita con coca y mató. ah! y en obras eso también no sé que obra estarían haciendo entonces, pero hoy tambien estaban en obras.

Nuestra falta de experiencia Montserratina nos ha llevado a cometer diversos errores, el primero ir a allí, al menos hoy. Mis hermanos suelen ir un par de veces al año pero nunca en domingo y menos aun un 27 de abril.  Así que nosotros ya hemos fallado por la mayor.

Iremos en el tren cremallera – marido dixit

¡Ja! – yo dixit

La cola era digna de un concierto de Madonna.

Ni hablar – marido dixit

En la carretera de acceso al monasterio hay un panel luminoso que te informa del estado del parking unica posibilidad donde dejar el vehículo. Ese panel decía claramente «ple» (lleno)

No me lo creo – marido dixit

Y para arriba que nos hemos ido.

No puede ser  – marido dixit

Pues es – yo dixit.

En medio de una curva hemos dado la vuelta y para abajo.

Visto lo visto hemos emprendido viaje de regreso a la ciudad y como sea que a mi suegra le encanta el pollo de Kentucky fried chicken (cosas que pasan)  mi marido, queriendo compensar de alguna forma la catastrofe de visita, se ha empeñado en preguntarle donde se enconttraba el KFC más cercano (cercano a Monistrol de MOntserrat) al  sucedaneo de Tomtom de nuestro coche, asi como quién le pregunta al oráculo de Delfos o a Google que viene a ser lo mismo (he de decir que yo he asesinado el Iphone y mi marido se habia dejado el suyo en casa)

Cuando el aparato andaba buscando a 300 km a la redonda sin encontrar ni un muslito de pollo, pues justo en ese momento  mi marido ha visto una señal indicadora «Aereo». Ni corto ni perezoso a frenado en seco  provocando un frenazo en cadena de todos los que pacientemente nos seguian, y sin más a girado a la izquierda.

He de decir que la cosa no ha pasado a mayores porque tanto ellos (los de atrás) como nosotros ibamos a la velocidad dominguera reglamentaria es decir 50 Km/hora. Y a partir de ese momento es cuando nos hemos doctorado oficialmente como domingueros integrales, hemos hecho cola para subir al teleférico, cola para ir al baño (dos veces), cola para subir las escaleras; cola para la rampa, cola para entrar en la basílica (ya que estabamos allí…) la cola para ver la imagen en el camarín, esa la hemos dejado para los demás.

Aquí unas cuantas fotos del evento.   Datos técnicos de la ascensión   El teleférico, igualito igualito que el de 1930   Aquí una vista del monasterio, la parte inferior, em la he ahorrado porque allí estaban, por este orden, el trenecito que mueve a la gente del parking a la basilica; las paraditas del requesón (mató) y un montón de gente con zapatos de montaña y bastones, todo ello muy practico para desplazarse desde el parking a la tienda especialmente con el bolso colgando del brazo.

En algunos casos el calzado deportivo era substituido por zapatos de tacos, pero también con bastones. Alguno si que iban de montañeros autenticos y muchos ciclistas, la mayoria deshidratados.     Aquí terminaba la cola para visitar a la virgen desde allí hasta el objetivo, aproximaamente  unos 45 minutos yendo ligero Entrada a la basilica, yo he hecho una panoramica pero a mi lado un señor con pantalon de trekking marca decathlon estaba echado en el suelo intentando  conseguir el mismo efecto sin photoshop, su mujer ha tenido que ayudarle a levantarse, despues de darle el perrito a la abuela (un yorkshire con lacito rojo)   Detalle de la fachada, a mi lado un señir bsucaba freneticamente el objetivo adecuado para montarlo en su super Canon Mark …. no sé cuantos.  Al salir de la basilica, el señor aun seguia buscandolo   La basílica,  en ese momento es cuando he decidido que volveré otro día, un lunes o mejor un miércoles que siempre es un dia tonto y  entonces, si subiré al camarín y miraré los exvotos y me daré una vuelta por las capillas y esperare la misa de 12 y   me sentaré tranquilamente al fondo  y dejaré que mis oídos se regalen con las voces blancas de la escolanía y quizá, solo quizá, entonces llegue a percibir ese algo especial que al margende creencias religiosas o banderas, determinados lugares despiertan en nosotros los pobres humanos, seamos domingueros o no.  

7 comentarios en “Haciendo el «dominguero» – Monasterio de Montserrat

  1. Me gusta la foto,
    ¡¡¡¡¡Ves lo que pasa por no ir a macros!!!!!
    Tu a lo grande.
    El sábado 14 puedes apuntarte a las cosas pequeñas, te dejo el 105 mm.
    Y creo que no tengamos colas para sacar las entradas al monte ni las flores e insectos nos pasen el cepillo. ;-))
    Un abrazo

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