La boda – y yo con estos pelos

Para una mujer, para la mayoría al menos, la peluquería es el ara del sacrificio, el potro de torturas por excelencia, mucho peor que el sillón de un dentista o la cabina de esa sádica que te depila las inglés y las axilas. Nada es comparable con la experiencia vital que supone «ir a la pelu» , ni un parto, porque hoy en dia eso se arregla con una epidural y además siempre tienes el aliciente de que al final ves el niño y si afinaste mucho a la hora de casarte igual también un anillo de brillantes, que me consta que algunas cuentan los hijos por quilates. No es mi caso
Ahora a todo eso añadís el factor boda. Ese momento en la vida de una mujer en que se supone ha de estar perfecta, no ha lugar a granos en la nariz, a herpes en labio, nada. Esa perfección incluye por supuesto la cabeza eso sí genera estress y angustia, lo demás: la crisis económica, los niños adolescentes, el paro o la ITV todo eso son tonterias.
Por suerte, mi trabajo me ha costado, yo tengo una peluquera de cabecera, Roser.
Roser no tiene cadena de salones, ni linea de productos de tratamiento, ella tiene una pequeña peluqueria, son dos ella y su peluqueria, bueno y su agenda. La gran virtud de Roser es que te deja mandar o mejor dicho te deja creer que tu mandas, quiero decir que ella nunca impone su criterio al menos así de golpe, es más sutil.
Una boda no admite experimentos así que desde el primer momento tuvimos claro que si alguien iba a poner el peine sobre la cabeza de mi hija esa sería Roser. Además como vivimos en un pueblo el muestrario de peluqueros es limitado.
Hicimos, porque era una cosa así como comunitaria, un par de pruebas y …. si pero no. Los recogidos estaba bien pero, la dueña de la cabeza no se encontraba a gusto. Teníamos un problema, pero a grandes males, grandes remedios decía mi madre. Hoy en día la cosa ha cambiado y a grandes males, grandes vídeos. Porque sí queridos lectores (ya sabeis que eso del doble genero me parece una supina estupidez) una vez más y ya van no sé cuantas la respuesta estaba en Youtube. Asi que el dia antes de la boda fuimos a la pelu a lavar y eso que antes se conocia como «marcar». Una noche maravillosa paso mi hija con la cabeza llena de rulos, al día siguiente y despues de dos ensayos procedi a PEINAR A A LA NOVIA/MI HIJA
Un éxito, la fotografia que encabeza el post fue tomada por alguien (ya sabéis que a mi no me dejaban) ya muy avanzado el festejo y allí estaba el peinado como a las 11 de la mañana y sin exceso de laca. El Tocado también fue DIY (Do it Yourself) el problema era el mismo nada resultaba al 100 por 100 del gusto de la novia con el agravante del precio.
Por favor, tres florecitas de tela y un trozo de tul. pero si en media hora ya estaba hecho y quedó preciosa.

Aquí tenéis un detalle del recogido

 

Y aquí un detalle del modus operandi en la primera «prueba» casera

En la prueba definitiva utilicé gomas mucho más finas.

 

El cómo lo saqué, con algunas pequeñas variantes de este video.

 

 

si queréis aprender a hacer cosas divertidas con el cabello os aconsejo visitéis a Lilithmoon

 

 

  Lo que pienso yo de las peluquerias.

6 comentarios en “La boda – y yo con estos pelos

  1. Y yo comentando el otro día que llevaba un recogido sencillito y normal! Vaya trabajo de peluquera profesional que hiciste.
    Eso sí, yo soy tu hija y la noche antes de la boda me haces «dormir» con toda la cabeza llena de rulos y te aseguro que no vienes a mi boda! Pobre niña, la noche que debió pasar!
    El resultado es impresionante. Ahora nos falta una foto de tu peinado…
    Besos

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