Cinco hombres buenos

Soy bilingüe.

Bilingüe no es hablar más o menos bien uno o varios idiomas. Bilingüe es cuando en tu cerebro los diferentes códigos que te permiten comunicarte están tan estrechamente unidos que a veces  no sabes  en qué idioma estás hablando. Eso no se consigue en los libros ni yendo de colonias a Cambridge, para ser realmente bilingüe tienes que haberlo mamado.  A veces me preguntan … Pero tú en qué idioma sueñas?  como si en los sueños se escondiera la respuesta, la difícil respuesta de  a cual de las dos lenguas perteneces realmente.  Y yo que coño sé si cuando sueño estoy durmiendo.

A pesar de hablar con igual fluidez una u otra, a pesar de hacer las mismas faltas de ortografía en ambas, a pesar de ello hay claras fronteras entre una y otra.

La frontera son las personas. En mi circulo de relación hay personas con las que jamás sabré hablar en catalán y otras muchas con las que nunca podré hablar en otra lengua que no sea el catalán. Y por eso  hoy he de escribir este post en catalán. Para los que no lo entendáis abajo os pondré la traducción porque me gustaría que pudierais  leerlo.

Ahir en acabar de dinar vaig agafar el cotxe per anar a Cambrils. Allà es  troben les arrels de la familia del meu marit, que també és la meva.  Avui en dia Cambrils te centrada bona part de la seva activitat tant econòmica com social en el mar. Seguint la linia de la costa Cambrils com Salou i altres poblacions tarragonines han anat creixent en forma de restaurants, hotels i apartaments, buits una bona part de l’any.  A tocar de Cambrils està Port Aventura, una mica més cap a Tarragona  estan les instal·lacions de la Petroquímica  i en sentit contrari, tot baixant cap a l’Ebre també alguna central nuclear. Molt diferent d’aquell Cambrils rural de principis del segle XX. quan van nèixer aquest Cinc Homes Bons, Cinc germans: Josep, Santiago, Agustí, Marc i Amadeu.

En el seu temps no hi havia transicions, un dia eres nen i l’endemà home i els homes treballan. Les seves vides estaven marcades pel treball.

Treballar per guanyar quatre pessetes  i  poder anar de festa al poble. Treballar per poder mudar-se el diumenge. Treballar perque … ara tens xicota i be que et voldràs casar.

Com a tots els que van nèixer en aquella época la vida no els hi ho va posar fàcil, els va tocar viure una guerra i una inacabable post-guerra. Va ser una época, cruel, dura, difícil pero  també va ser el temps de les meravelles perquè  ells van veure arribar la ràdio, els cotxes, el cinèma,  la televisió.

Aquell mon estàtic de la seva infància es va tornar com boig i de sobte tot semblava anar molt de pressa.   Van haver d’aprendre, a vegades a sotregades, que el mon canviava molt i molt de pressa, les noies portaven faldilles massa curtes, el fills no creien als pares i feien sempre la seva però ells seguien treballant per aquells fills, tot i no creure, eren els seus fills. Treballaven com havien vist fer als seus pares,  ja fora treballant la terra, a la botiga o inventant una antena de televisió.

Cadascun va seguir el seu camí que a tots els va portar més o menys lluny d’aquell Mas que el va veure crèixer.  Però fins i tot en la distància tots cinc sabien que les seves arrels eren allí en aquella terra  sempre massa eixuta, esvalotada pel vent  i bressolada per les onades.

Cada 11 de setembre els cinc germans  es trobaven  i feien un dinar i reien i mentre les dones preparaven l’amanida ells alçaven el porró i parlaven, sempre amb veu massa alta, de com malament anava el  mon, de quan boig estava el temps i qué estava la terra.

El primer a faltar va ser el Josep, el gran, després el Santiago i quan el Marc es va posar malalt  l’onze de setembre va deixar de ser el dia que es trobaven el cinc germans.

L’estiu passat el més jove, l’Amadeu va morir deixant enrera un estol de somriures i abraçades.

Els cinc germans eren tant grans i forts que quan t’abraçaven a vegades et feien mal i és que l’amor te això que, a vegades fa mal.

 

Ahir l’Agustí, l’home de la broma, el que tenia cara de trapella, el que quan se t’acostava sempre s’ajupia una mica  encara que tu fosis més alt que ell; ahir l’Agustí va marxar, les seves abraçades feia temps que ja no eren tant fortes i ara ja noli  calia ajupir-se perquè tot ell s’havia fet més petit.

La vida no va ser del tot dolenta amb ell, li va fer alguna mala jugada com endur-se a la Teresina abans de temps. Però tenía els fills i els nets, i el camp i els amics, l’Agustí tenia Cambrils.

L’Agustí tenía moltes coses bones, algunes no tant, però en tenia més de millors.

L’Agustí va marxar com molts voldriem fer-ho de pressa i sense destorbar gaire,  la vida li va fer el favor d’estalviar-li  una agònia llarga  però a nosaltres,  els que el conèixiem i l’estimavem ens ha deixat amb els braços  estesos buscant algú a qui abraçar.

A mi se m’han quedat tres petons , tres petons amb billet d’anada.

Descansi en Pau

 

 

Ayer al terminar de comer cogí el coche para ir a Cambrils. Allí se encuentran las raíces de la familia de mi marido, que también es la mía. Hoy en día Cambrils tiene centrada buena parte de su actividad tanto económica como social en el mar. Siguiendo la línea de la costa Cambrils como Salou y otras poblaciones cercanas han ido creciendo en forma de restaurantes, hoteles y apartamentos, vacíos buena parte del año. Cerca de Cambrils está Port Aventura, un poco más hacia arriba yendo hacia Tarragona están las instalaciones de la Petroquímica y en sentido contrario, bajando hacia el Ebro también alguna central nuclear. Todo muy diferente de aquel Cambrils rural de principios del siglo XX cuando nacieron este Cinco Hombres Buenos, Cinco hermanos:  Josep, Santiago, Agustí, Marc y Amadeu. En su tiempo no había transiciones, un día eres niño y al día siguiente hombre y los hombres trabajan. Sus vidas estaban marcadas por el trabajo. Trabajar para ganar cuatro pesetas y poder ir de fiesta al pueblo. Trabajar para poder mudarse el domingo. Trabajar porque … ahora tienes novia y bien que te querrás casar.

Como todos los que nacieron en aquella época la vida no se lo puso fácil, les tocó vivir una guerra y una inacabable posguerra. Fue una época, cruel, dura, difícil pero también fue el tiempo de las maravillas porque ellos vieron llegar la radio, los coches, el cine, la televisión.  Aquel mundo estático de su infancia  del campo a la casa de la casa al campo, de repente se volvió como loco y todo parecía ir muy deprisa. Tuvieron que aprender, a veces a sacudidas, que el mundo cambiaba mucho y muy deprisa, las chicas llevaban faldas cortas, los hijos no creían a los padres y hacían siempre lo que les daba la gana, pero ellos seguían trabajando para aquellos hijos que a pesar de no creer en ellos, seguían siendo sus hijos. Trabajaban como se lo habían visto hacer a  padres, ya fuera trabajando la tierra, en la tienda o inventando una antena de televisión.

Cada uno siguió su camino que a todos les llevó lejos de aquel Mas que les vio crecer. Pero aun desde  la distancia los cinco sabían que sus raíces estaban allí en aquella tierra siempre demasiado seca, alborotada por el viento y mecida por las olas.

Cada 11 de septiembre los cinco hermanos se encontraban y hacían una comida y reían y mientras las mujeres preparaban la ensalada ellos levantaban el porrón y hablaban, siempre con voz demasiado alta, de mal andaba el mundo, de que loco estaba el tiempo y de cuan seca estaba la tierra.

El primero en faltar fue Josep, el mayor, después le siguió Santiago y cuando Marc se puso enfermo el once de septiembre dejó de ser el día que se encontraban el cinco hermanos.

El verano pasado el más joven, Amadeu murió dejando atrás un estela de abrazos y sonrisass.

Los cinco hermanos eran tan grandes y fuertes que cuando te abrazaban a veces, sin querer te hacían daño y es que el amor tiene eso que, a veces duele.

Ayer Agustí, el hombre de la broma, el de la  cara de travieso, el que cuando se te acercaba siempre agachaba un poco aunque tú fueras más alto que él …. Ayer  Agustí también marchó, sus abrazos hacía tiempo que ya no eran tan fuertes y ya no necesitaba agacharse porque el tiempo le había hecho más pequeño.

La vida no fue del todo mala con él, le hizo alguna mala jugada sí,  como llevarse a Teresina antes de tiempo. Pero quedaban los hijos y los nietos, y el campo y los amigos, Agustí tenía Cambrils.

Agustí tenía muchas cosas buenas, algunas no tanto, pero tenía más de mejores.

Agustí marchó como muchos quisiéramos hacerlo deprisa y sin estorbar demasiado, la vida le hizo el favor de ahorrarle una agonía larga pero a nosotros, los que le conocíamos y le queríamos nos ha dejado con los brazos extendidos buscando alguien a quien abrazar.

A mí se me han quedado tres besos, tres besos con billete de ida.

 

25 comentarios en “Cinco hombres buenos

  1. saludos y mi admiración…que Dios la bendiga…da gusto leer lo que escribe…desde Saltillo Coahuila México con amor.

    Me gusta

  2. To my Friends,
    Sorry if my absense may subliminally suggest disinterest in your valued work …….I just wanted to touch base to you as one of my friends to say hello, and to say thanks to those that continue to comment even though it is so tough for me to do so at this time ………….but I`m taking a moment on my Saturday night to say thanks if you have commented on my work recently while I am away………….. and if you haven`t ….thats Okay too …………..people deserve to have comments as much as they should expect a return on their efforts especially if they participate …..I am horribly busy in a difficult buisness project which has destroyed my freedom to take pictures much less have time to comment on those on flickr that are so important to me…..so i just wanted to say hello…and if you have recieved this message you are one of the 100 or so that are my "friends" on flickr and I just wanted to inform you by displacement of intention to participate has nothing to do with how much I appreciate you …….I hope you are all well and Im not going to put up some lame -ass invite I just wanted to say hi and hope you are Okay and that I will be back and I hope you are well …………….Your friend Howard

    Me gusta

  3. Estimada Estrella.
    Gràcies de tot cor. Ahir vam enterrar l’últim que quedava de la saga dels cinc germans. Ja no hi haurà mai més cap trobada «dels Fargas» per l’11 de setembre.
    Abans d’ahir ens va deixar el meu pare, home de poques paraules, si, no, pot ser, bueno, ja ho veure’m, ja ho farem o poder no, i del jo no ho faria així, bueno fes el que tu vulgis, com veus en poques paraules et descric el tiet Agustí.
    Feia massa temps que no tenia la Teresina, jo ho notava i ho sabia.
    Ahir en la cerimònia, en el petit comiat que li vaig fer, vaig cometre una petita i gran errada, ara tu, Estrella em dones l’oportunitat d’esmenar-la, em vaig oblidar de mencionar i enumerar els Fargas.
    Tiet Josep calcat a l’avi Fargas. Ell va ser el primer que em va deixar conduir un petit motocultor amb un petit remolc posat a l’esquena. Recordo que vaig ser el nen més feliç del món.
    Tiet Santiago el recordo amb l’uniforme de correu i carregat en aquella bossa que pesava com un mort, el recordo a l’oficina rodejat de centenar de cartes per en-bustiar, i amb el cigarret arrapat a la comissura dels llavis.
    L’oncle de Barcelona, l’oncle Marc, Que dir de l’oncle, me’n recordo de les tirades de galtes i que em feia seure al damunt dels seus genolls i a cau d’orella em deia, Jordi, ets l’únic que em diu oncle. Des de la distància era l’home en qui em volia assemblar.
    I per últm el meu padrí, mon padrí Amadeu, l’home del trosset, l’home de les flors i les plantes, l’home de tenir-ho tot net i endreça’t, tot ben regat,doncs així no tindrem tanta calor. L’home de les mones, el que em feia passar a triar-la a mi, però, padrí si n’hi han un munt. Jordi tria la que tu vulguis. Al final però ell amb molt bon criteri m’ajudava a escollir-ne una.
    Una cosa tenien en comú, les seves mans, els seus dits grans, forts, jo procurava fotre el camp, no fos que em deixessin abaltida l’espatlla i l’esquena.
    Collons quins cops.
    Ja no hi son, ens han deixat, han marxat, mica en mica han desaparescut físicament, Però no dubtis Estrella que en el pensament i en la memòria hi restaran per sempre més.
    Sempre els estimaré

    Me gusta

  4. Gràcies Estrella,
    Tenim pendent una visita al Mas Fargas, l’Agustí ens hi va guiar l’ultima vegada i ara hi haurem d’anar sols.
    M’ha queda’t també pendent, com a tu, una darrera abraçada d’acomiat.
    Ha estat un privigeli poder estar amb tots cinc i els avis durant gran part de la meva vida.
    Sembla que marxant l’Agustí tot hagi canviat de to de llum.
    Potser ara ells son junts pero no ens en queda cap per a nosaltres. T’envio una forta i llarga abraçada…als meus germans i nebots i sobre tot pel Jordi i la Germa.
    Fins aviat.

    Me gusta

Deja un comentario