IN – DIG – NA – DA

Acabo de poner en marcha la tele y he buscado el programa Sálvame. No la veo porque la tengo a mi espalda pero oigo los gritos, no sé si cada día es así pero hoy gritan muchísimo.  ¿Por qué? pues para ponerme en situación, porque hoy estoy IN-DIG-NA-DA  y así lo estoy aun más.

Estoy indignada por este señor de aquí abajo.

Aviso: Puede que suelte más de un taco, así que si sois sensibles mejor hoy pasad de largo.

Francamente este señor de ahí arriba, tiene unos «guevos» que se los pisa, en capítulos anteriores de esto que yo dí en llamar El culebron Millet, no me abstuve de llamarlo ladrón y estafador lo que no excluye que le reconozca genio e inteligencia, porque hay que ser listo para hacer lo que ha hecho.  Pero hoy leyendo en el periódico que Millet pretende justificar  como acto promocional el que el Palau financiase las bodas de sus hijas (me permito recordar que solo financió su parte porque el consuegro pringó) se me ha encendido la sangre. Coño, es que no hay para menos.

Hace unas horas en Olot un hombre armado con una escopeta se ha cargado a sus ex-jefes y dos empleados de una oficina bancaria. ¿Está mal de la cabeza?,es probable. ¿Le habian hecho alguna mala jugada? quizá, si.  Pero me da que ese acto es fruto de la desesperación, mal entendida y peor expresada, eso por supuesto. Y hoy en día, con los tiempos que corren hay muchos desesperados, por suerte no todos tienen una escopeta en casa. En estos tiempos  todos o casi todos estamos pasando un mal trago, que ya hace mucho dura, quizá demasiado. La mayoría, la inmensa mayoría, cada uno en su nivel,  intentamos seguir adelante a pesar de la que nos está cayendo.

Haya crisis o no, hay que poner un plato en la mesa, pagar la hipoteca, la luz, el agua, el gas, los colegios,  los niños que no paran de crecer y hay que comprarles más ropa, etc. etc. etc.

Ahora viene Navidad y aunque caigan chuzos de punta, haciendo filigranas con la visa y los ahorros, la mayoría de familias, a pesar de los pesares, conseguiran que en la mesa haya cava y turrón, quizá menos que el año pasado, pero lo habrá. Como también habrá un juguete para los niños y un perfume para la abuela.  No será fàcil, para algunos será muy difícil y  puede que los haya que no lo consigan, pero lo habrán intentado, a base trabajo, esfuerzo, ganas y privaciones.

Trabajo, esa es la palabra. Trabajo.

En medio de este panorama te viene la niña o el niño y te dice «Mamá, nos casamos». Y los padres que tenemos el mal vicio de querer lo mejor para nuestros hijos, pedirán un crédito, o dos que probablemente no se lo den, pero lo intentarán. Porque eso de casar un hijo es importante para cualquier padre, para cualquier padre que ame a sus hijos. Para algunos, en cambio, es un acto promocional.

Para acabar solo una cosa más.

Me permito recordar que el Señor Lluís Millet, después de un breve, brevísimo paso por la carcel, sigue durmiendo tranquilamente en su casa/mansión, donde seguro que esta Navidad a pesar del tremendo descalabro económico que sin duda ha supuesto su defenestración del Palau, no faltaran turrones, cava, champany,  juguetes para los nietos y quién sabe quizá, si el presupuesto alcanza, un perfume para la abuela

Mañana espero estar de mejor humor, pero jolín mira que me lo ponen difícil.

Al final no he puesto muchos tacos

3 comentarios en “IN – DIG – NA – DA

  1. Lo de’n Millet es veritat que no te nom, i que ara tingui la santa barra de dir que era lògic que el casament el pagués el Palau perque era un acte promocional. I amb tot el que ha robat, perquè no te altre nom, seguira passejant tranquil pel carrer, vivint millor que un rei, i segur que sense haver tornat un cèntim del que s’ha embutxacat. A mi també m’indigna, Estrella.

    Salut!!!

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  2. tienes toda la razón Teresa, con la matización acerca del «bodorrio» y también por lo del sujeto de Olot. Probablemente no tenga nada de màrtir y sí de otras muchas cosas, pero al escuchar la noticia es lo primero que he pensado. A su manera puede que él si se sintiera desesperado y en su llamemoslo «peculiar manera de ser» esta fuera su «logica» reacción.

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  3. un pequeño detalle: lo de los consuegros fue mucho peor: Millet no financió su parte, sino que pasó todos los gastos de la boda a cargo del Palau. Luego le cobró la mitad a sus consuegros, y se lo quedó él. Negocio redondo, no?

    Respecto al (presunto?) asesino de Olot, no vayamos ahora a hacerlo un martir de la crisis. No lo digo por lo que has puesto tú, Estrella, sino por cosas que he leído por ahí. A este señor, según sus vecinos, habitual verle con con pistolas, placa y sombrero de sheriff falsos.

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