Cambio de armarios

Una vez oí a alguien decir que el mejor maestro es el tiempo. Y debe ser verdad porque con el paso de los años he ido encontrando respuestas a los «grandes misterios de la vida». Hoy mismo he encontrado una respuesta, y la he encontrado dentro del armario.
El verano se ha acabado, eso es evidente. Hace unos días que por la noche apetece una chaquetita, dentro de poco no porque mi marido pondrá en marcha la calefacción, el gato estará encantado los demás asados. Lo cierto es que desde hace ya unos días los zapatos veraniegos están aparcados y los calcetines han hecho acto de presencia, siempre tengo los pies fríos. Esto y las tortugas que han arrasado con todas las plantas que tienen a su alcance son las señales inequívocas de que hoy tocaba CAMBIO DE ARMARIO. Y a ello me he puesto.
He empezado por los zapatos, las sandalias al altillo, las botas abajo. En el camino he descartado unos cuantos TACONAZOS de esos que nunca me pongo y de los que tanto cuesta deshacerse.
Desengáñate, Estrella tu rodilla bionica es incompatible con eso.
He seguido con los bolsos y por fin en un acto de valentía sin precedentes he tirado el famoso bolso marrón, ese que a pesar de ser marrón parece un agujero negro donde todo desaparece.
A tomar viento
Anda que no he perdido llaves allí dentro.
Entonces ha llegado el momento de la ropa y ha sido en ese momento cuando he descubierto porqué mi suegra, tia Concha y todas las señoras «mayores» (Mayores con mayúsculas) tienen tantas bufandas y pañuelos.
La respuesta es muy simple, no tienen talla.

Ahora voy a hacer feliz a unas cuantas amigas, esas que durante años me han visto zamparme bocatas tamaño camionero con cocacola (no light), mientras ellas se consolaban con un «desgraciado» (cortado descafeinado con leche descremada y sacarina), las mismas que de postre comen aire, mientras yo me las veía con unas profiterolas con doble de chocolate.
Queridas amigas: lo que en años no han conseguido las patatas lays, el chocolate, las trufas, los helados, las magdalenas, las salsas, las pizzas, los bocatas, la mantequilla, los pistachos y un larguísimo etcétera de cosas increíblemente apetitosas que vosotras ya ni recordáis, parece que lo ha conseguido el DNI.
Porque si yo sigo comiendo lo mismo y manteniendo una actividad física más o menos similar o superior y la única variable conocida es el calendario, entonces he de pensar que simplemente estoy caducando. Y sí queridas tengo el placer de comunicaros que HE ENGORDADO.

De un plumazo una buena parte de mi ropa ha subido al altillo «por si acaso», por si acaso esto es pasajero, que lo dudo. Otra ha ido directamente a una bolsa para su posterior reprocesado o redistribución.
Y claro, ahora que dispongo de más espacio he podido por fin colocar convenientemente mis bufandas que esas no caducan salvo que las pille el gato.

Eso sí, yo tengo una ventaga.

Puestos a «quitar» cosas yo tengo un montón donde elegir, el problema es  ¿Seré capaz de hacerlo?

Mientras lo pienso, voy a buscar unas Ruffles

17 comentarios en “Cambio de armarios

  1. Tendriais que verme cambiando armarios y solo probando por encima esto fuera, esto lo guardo por si acaso t los tacozanos ya ni por si acaso , fuera fuera que ya no se lleva ( QUE ESCUSA VERDAD, LO QUE NO PUEDO ES LLEVARLOS)

    Me gusta

  2. Yo digo que ante estos problemas, hay que pensar que es todo culpa del alma………………………………………………………………………………………………………naque.
    Un saludo

    Me gusta

  3. Ja jaja!! Otra de las cosas que mas me gusta de vivir en Canarias!! Me olvidé hace años de lo de "la ropa de invierno" y "la ropa de verano"….. En cuanto a las tallas, pues si, yo tambien tengo algo de variedad, como dice Ana Rosa, las que guardas por si acaso, hasta que un dia te hartas de que ese acaso nunca llega y las tiras al contenedor…..

    Me gusta

  4. hahahhah I love this one the photo and your awesome comments I too have put on some or lot of weight and it is so hard to take it off… my friend said she just put on her winter coat haha.. I just hope that i can take my off haha…wish I was young again I was so thin haha…now I look like a grandma … have a great day my friend I have really enjoyed this one

    Me gusta

  5. Qué horror, yo menos mal que no tengo casi nada que cambiar en los armarios aunque te parezca raro, soy más bien "espartana", pero la limpieza de otoño ya me la he tragado y tras ella o por su culpa y los sudores sufridos… gripazo al canto !

    Me gusta

  6. Ayer sábado me dediqué a estos menesteres y, problemas de talla aparte, siempre te queda la duda..¿lo guardo o no lo guardo? aunque lleves temporadas sin ponértelo, da pena desprenderse de algunas cosas, no? Yo los llamo "los porsiacasos".
    Feliz semana!

    Me gusta

Deja un comentario