Una noche en la ópera – Zurich Oppernhause – Rolando/Alfredo

Hola!
Buff! hay que ver cómo pasa el tiempo. Jolín más de una semana sin aparecer por aquí, creo que desde que empece con esto del blog este ha sido el silencio más prolongado. No, no he estado enferma solo un poco de ajetreo un poco más de lo habitual, ….. Bueno, la verdad es que mucho más de lo habitual. Pero no todo ha sido problemas porque dentro de este paréntesis se incluye un pequeño viaje a Suiza un curioso país que no conocía pero que lo quiera o no, acabaré conociendo bien.
No no es que huyendo de los planes zapatero haya decidido dedicarme a lo de la fuga de capitales, de momento todo el capital que saco del pais es fuets, jamon, y garbanzos cocidos porque la que si seha fugado ha sido mi hijo.
Poco podia imaginarme que cuando tomé esta fotografia en noviembre pasado en la que era mi primera visita a suiza, una intnsa visita de terminal a terminal de aeropuesto, Suiza se convertiría en un destino más o menos habitual.
El amor, ya se sabe, pero sobretodo la carrera profesional de mi yerno favorito, el único, es lo que me ha llevado este fin de semana a conocer Zurich y más allà. Han sido cuatro días intensos, ópera incluida, porque hombre ya que iba porqué no hacer coincidir el viajecito con el retorno de Rolando al papel de Alfredo.

Así que allí estaba yo. Yo, mi marido (Sí mi marido, el pobre es  un santo), mi hija & cia, unos amigos y….. una buena representación de Las Villazonistas encabezada por Teresa el alma y también cuerpo del blog rolandovillazon.blogspot.com.

Teresa ya sabes que te quiero mucho,no lo olvides por favor.

Es que igual se enfada un poco, solo un poco, eso espero.

Antes que nada quisiera aclarar que he tenido un retorno tan estressante que no he tenido tiempo ni de mirar una sola crítica ni tan siquiera he visto lo que ha escrito mi amiga en su blog, así que lo que voy a decir es mi impresión personal.

De entrada hablemos del teatro. El Zurich Opernhause es un teatro pequeño al menos comparado con el Liceu, dorado muy dorado tanto en la decoración como en el atrezzo del público, en palabras de mi hija «una bombonera dorada»

Pequeño, dorado y anticuado, prueba de ello la bateria de focos que cuelgan de la parte superior del arco del proscenio y de los palcos superiores.  Sin torre escénica las posibilidades de acoger en su escenario algunas de las producciones que se ven por ahí son nulas, así que donde no llegan los medios, llega la imaginación o al menos las ganas.

Toda la escenografía giraba en torno a una estructura de madera pintada de negro, con algunos desconchados, que se deslizaba sobre un sistema de ruedas bastante ruidosas, dicho sea de paso. Lo de la imaginación se puso especialmente de manifiesto en el segundo acto cuando la pobre Annina se las tuvo que ver con un «jardín zen» en el que para mi que en lugar de arena habían puesto mortero fraguado porque la pobre no conseguia clavar el rastrillo, en el segundo video lo veréis, más o menos.  Aunque el momento culminante al menos en lo que se refiere a este aspecto llegó en el tercer acto que mi hija, en esto totalmente imparcial, describe con estas palabras.

Tengo que reconocer que hubo un momento «tierra tragame», la fiesta en la que «las alegres gitanas» y los «aguerridos toreros» (con una serie de bastones de colores dignos de un grupo de Majorettes de San Francisco) hicieron una versión lírica de la Macarena a golpe de cadera

No soy experta en la cosa técnica, al menos por lo que se refiere a la acústica, pero como simple aficionada pero eso sí con bastantes horas de vuelo encima, he de decir que de tanto en tanto tenía la sensación de que alguien desaparecía de escena, me pasó por ejemplo en algún momento del segundo acto durante el dúo entre Violeta y Giorgio Germont, cuando uno de los dos se iba hacia la derecha parecía como si le bajasen el volumen. No sé igual es que me estoy volviendo un pelín exigente.

Pero vamos a lo importante porque si por algún motivo el teatro estaba lleno a reventar, si  alguién hizo  posible que el vestíbulo del  Zurich Oppernhause pareciera en algún momento una sucursal del Saló dels Miralls.

Hola! cómo tu por aquí, qué tal la familia….

Ese alguien era Rolando Villazón.

Lo digo ya de entrada, sufrí, no mucho pero sufrí. Siempre sufro cuando tengo ante mi un cantante que no está al cien por cien de sus facultades y el viernes el Rolando Villazón que escuché no era el Rolando de la Manon de hace unos años en Liceu. No cometió fallos, tuvo momentos brillantes pero no me transmitió la seguridad del Rolando de otras ocasiones, especialmente en el primer acto.

Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero también útiles, y salvando todas las distancias en cuanto a medios técnicos absolutamente incomparables, de interpretes, director y puesta en escena estos dos Alfredos no suenan igual, insisto es una opinión personal.

En el segundo acto mejor, con algún matiz pero sin exagerar. En el tercer acto la verdad es que quedé tan impactada por aquellos impagables toreros que seguro me perdí algun detalle. Si no recuerdo mal en el Parigi o cara del cuarto acto entró mal pero, para eso sirve la experiencia y lo remató dignamente.

Resumiendo que sí pero no, Yo hubiera querido reencontrame con la magnifica mezza voce de aquella inolvidable «Furtiva lácrima» o vibrar de emoción con el recuerdo de su voz derrochando poder, buen hacer y seguridad, pero no fue exactamente así. Actuó si, metiendose de lleno en el papel, como suele hacer, como se suele decir «dondolo todo en el escenario» Esta es una frase que muy a menudo se le aplica. El viernes volvió a darlo pero quiza demasiado en algún momento tuve la sensación que sobreactuaba, entonces Rolando no le cantaba a Violeta para seducirla, le cantaba al público como si en su gesto, a veces sobredimensionado quisiera decirnos, «lo estoy dando todo»
Me consta que así es querido Rolando, tú siempre lo das todo, yo solo deseo que no cometas el error de por querer complacer a ese público que tanto te cierto, es cierto, siendo como eres no te conformes con darlo todo y acabes dando demasiado.
La vida artística de un cantante puede ser tan larga o corta como él quiera. Cuídate, nos quedan muchas veladas extraordinarias por compartir tú en el escenario y yo en mi butaca, noches cómo esta.

9 comentarios en “Una noche en la ópera – Zurich Oppernhause – Rolando/Alfredo

  1. Jo crec que el teu problema és que pateixes la síndrome Aragall, la patim tots els que van tenir l’oportunitat de sentir-lo en els seus millors temps. Al meu parer una de les millors sino la millor veu dels tots els temps, capaç de proeces increibles i galls fora de mida. La por que ell mateix sentia es transmetia al public i generava inseguretat, per això pateixes quan sents al Villazón com suposo paties quan senties al Carreras.

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  2. tuve la oportunidad de estar en Viena y gozar de nuevo con su Furtiva Lácrima, después estuve en Londres y no, decididamente no. sinceramente espero que Rolando encuentre su lugar en el mundo y no se vaya por los cerros de Úbeda o de Haendel y quien dice Haendel dice otras cosas que por su bien y para nuestro disfrute nunca debiera cantar

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  3. Ja! ja! Estrella me parece que Teresa se ha picado. Muy bueno tu blog (el de Teresa) y este también. Bueno pues por no llevar la contraria a nadie, yo también estuve allí y a ver. El primer acto, lo siento Teresa pero no. El segundo y el tercero muy bien y el cuarto me sonó algo brusco.
    Así que creo que quedo bien con las dos. Ah! el teatro…. Buff!, yo estaba en platea ligeramente lateral y la visión era penosa además de los problemas de acustica que habéis mencionado.
    Eso es todo. y por favor no dejéis de ser amigas por un quitame allí a ese tenor.

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  4. Ja, ja, Estrella, no te lo voy a perdonar ! Tanto es así, que ya he cogido una goma de borrar rotulador y me estoy aplicando en borrar la bonita dedicatoria (con canción incluida) que me firmó el NEN, para ti, en el programa de La Traviata. Que pena, con lo bonita que era…

    Ahora si que estoy de acuerdo contigo en el estado de la Opernhaus: desconchados, incomodidad de los asientos, medios técnicos desfasados o inadecuados, de la escenografia salian toneladas de polvo caa vez que se tocaba algo, mala sonoridad, puesta en escena del año de mariacastaña (y sin ningún interés). Y, menos Rolando y Nucci, cast francamente mediocre.
    La verdad, por lo que hacen pagar no lo entiendo. Mi entrada en segunda fila del segundo piso (mala visibilidad) costaba el equivalente a unos 200 €. Vergonzoso. y después aún nos quejamos del Liceu y lo comparamos con»los teatros europeos».
    Y si, el teatro estaba lleno de catalanes, el diàlogo era «Hola, vosaltres també per aquí?

    Aún que, Estrella, francamente: lo de comparar los dos videos, teniendo en cuenta que uno es de buena calidad y el otro con unos medios muy rudimentarios, me parece bastante impropio, sinceramente, y aunque digas que es util, no lo comparto en absoluto

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