Mi yerno favorito


Hasta ayer, toda mi experiencia futbolistica, siempre como espectadora, se había limitado a desempeñar el papel de mamá-taxista acompañando al Alella FC en sus exitosos desplazamientos por la comarca del Maresme. Exitosos, por supuesto, gracias a las siempre brillantes aportaciones de mi hijo, que por aquel entonces tenía unos 9 años.

Confieso, además, que en la época del Dream Team vi algunos partidos en los que yo, cómo medio mundo, me maravillaba con aquellos saques de falta de Koeman. Y hasta aquí mi curriculum futbolístico, hasta ayer cuando por primera vez en mi vida entré en el Camp Nou del brazo de mi yerno, mi yerno favorito por méritos propios y porque es el único.

A pesar de mis carencias en esta temática, muchas veces, cuando acompaño las visitas por el Teatro o doy alguna charla sobre ópera, suelo establecer paralelismos entre la ópera y el fútbol. Paralelismos que ayer se vieron confirmados.

El más evidente es el público. A día de hoy aún mucha gente  piensa que la ópera es cosa de viejos/ricos/gente muy culta. FALSO.

Esto es un poco cómo el Barça, que hay de todo. Suelo decir.

En mi entorno más inmediato ayer pude ver gente de todas las edades. A mi derecha y justo hasta que entraron los jugadores un señor revisaba balances en su portátil. Detrás un hombre de aproximadamente cuarenta años y  barriga estilo Hommer Simpson, cerraba por teléfono un transporte de muebles para el viernes a Lérida. Junto a él se encontraba un señor que resultó ser el depediente de una ferretería del Masnou. Entre ellos, abuelos con nieto, abuelos sin nieto, caballeros encorbatados, jovenes con pantalones rotos lindando la raja del trasero, señoras venerables, otras más deportivas, una pareja metiéndose mano, otra discutiendo sobre el régimen de visitas de los niños y para completar una señora de mediana edad y buen ver (eso lo añado yo porque sino nadie lo va a notar) amante de la ópera  debidamente pertrechada con su equipo fotográfico (total unas 200 fotos)   acompañada por un joven aún veinteañero con cara de…

En qué estaría yo pensando.

Algo que tiene el fútbol y de lo que normalmente carece la ópera es el césped.  Ante mi tenía  una inmesa alfombra de un verde que de tan uniforme parecía terciopelo, perfectamente nivelado sin el menor asomo de hongos o malas hierbas que mi cerebro de urbanita de las afueras procesó inmediatamente en sacos de abono, frecuencia de siega y escarificación amén de otros múltiples tratamientos fitosanitarios imprescindibles para lucir semejante aspecto.  Cuyo coste en conjunto debe ser sencillamente astronómico.

En el fútbol cómo en la ópera los hay que lo viven con pasión, y otros como los dos que tenía a mi espalda que eran como una versión sonora de El mundo Deportivo, El Sport con unos toques de Marca, aderezando su discurso, que duró todo el partido y más allá, con frases del tipo.

Este jugador presenta una trayectoria discordante… el remate con la testa fue inapelable…. Hay que primar los ataques por la banda apurando la zona de confluencia para proyectar el centro y ceñir el remate (esta me la tuve que apuntar en una servilleta).
No negaré que en algún momento me sentí como aquel inolvidable alienígina, de nombre Gurb, del planeta Eduardo Mendoza.

Pero las dos cosas que más me impresionar fueron por este orden en primer lugar algo aparentemente tan obvio como ver el partido en plan futbolín; lo que me permitió encontrarle por fin la gracia a a eso de chutar la pelota (el balón) desde una banda hacia la otra, cambio de juego me han dicho que se llama. Por no mencionar eso de los centros desde medio campo a la zona pequeña (hasta he cogido el vocabulario)  y a pesar de no tener zoom ni primeros planos,  ver a un tipo tan grandote como el «Ibra» haciendo jueguecitos con la pelota (perdón balón) en plan Messi, hombre para qué negarlo tiene su gracia.

Y lo segundo fue el llamemoslo pulmón del público, porque que en el Liceo 2.292 personas sean capaces de contener el aliento cuando el tenor se dispone a atacar , por ejemplo, «Una furtiva lácrima» y desbordarse después en aplausos es hasta cierto punto normal, pero que 69.000 personas (ayer no estaba lleno) no solo contengan el aliento sino que al unísono sean capaces de, en breves segundos, expresar tensión angustia y al final júbilo desbordante o (cómo ayer pasó en varias ocasiones) emitir un Ayyyyyyy! que termina en suspiro colectivo.
Resumiendo.
Querido yerno:
Si aun te quedan ganas, cuando quieras puedes volver a invitarme que me han quedado un montón de fotos por hacer y quisiera entender mejor eso de la trayectoria curvilinea.
Así que hasta la próxima.
Un beso de tu querida suegra.

Por cierto para los que dicen que eso de las panorámicas es darle al botoncito y ya está…. QUE PRUEBEN A DARLE AL BOTONCITO CON GENTE Y VERAN DONDE VAN A PARAR LAS CABEZAS.

13 comentarios en “Mi yerno favorito

  1. El camp en directe té els seus encants…però amb la TV, una o varia’s cervesetes,un formatget d’aquells que coneixem,no te color.Ara bé si sobra alguna entradeta,penseu en els mes grans de la família.
    Jaume (malaltde Bach)

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  2. Pues como dice mi madre tendrá dos faenas enfadarse y desenfadarse. tu a lo tuyo y si te divertiste en el futbol pues nada, pero por favor sigue haciendo fotos tan chulas como esa. podrías hacer una igual del Bernabeu mi marido estaría encantado.

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  3. Estrella…..jajajajaj… no he podido de parar de reirme, lo he tenido que leer 2 veces, entiendes demasiado de futbol, yo soy mucho mas inculto en ese aspecto (y muchos otros), asi que he decidido traerte pa valencia y que entrenes con mi peque de 5 años que a mi ya me pega unas palizas que no vas.

    Si te apetece te pongo un link con mis experiencias futbolisticas.
    Raza

    un beso guapa

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  4. A mi lo que más me interesa es saber cómo has resuelto el tema de la cabezas cortadas, porque de verdad que te ha quedado una panoramica de cine.

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  5. Muy interesante tu primera experiencia futbolera. Yo, en ese aspecto, sigo siendo virgen. Me suenan algunos nombres y se que el BarÇa gano no se cuantas copas este año(faltaria mas compartiendo mi vida con un catalan la porrada de años)y poca cosa mas. Y respeto al futbol como deporte, lo que critico ferozmente es que los telediarios le dediquen mas tiempo al futbol que al resto de noticias del pais y del mundo mundial.

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  6. Y fue tu primera vez! Pues verás cuando le cojas el gusto! Un buen partido del Barça es tan bueno como l’Elisir del Nen! ( m’entens, oi?)

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