Y ahora qué?

millenium2

Me llamo Estrella y soy mala lectora de novelas.
Dicho así suena casi como aquello de: «Me llamo X y soy alcoholico», y es que hay cosas que queda feo reconocer, lo normal es decir que se lee mucho aunque no sea verdad.
Leer sí leo, no en grandes cantidades porque aun estoy por arreglar eso de que el día solo tenga 24 horas, pero novela la verdad es que poca. Generalmente las novelas me aburren. ante expresiones del tipo «la riqueza del lenguaje» o «lo profundo del personaje» y otras por el estilo se me quitan las ganas. Para mi la novela es como la peli de la tarde pero en bueno y sin anuncios. Una novela ha de tener coherencia en el argumento, capacidad de sorprender y que enganche que enganche mucho lo suficiente para engullir 400 paginas casi de un tirón. Porque cuando leo, lo hago con intensidad como si el libro fuera a desaparecer de entre mis manos. Por eso otra característica importante para que una novela me guste es que sea larga, muy larga a poder ser varios libros.
Porque no hay cosa que me fastidie más que en solo 200 paginas tenga que meterme en un personaje, policia de profesión de padre desconocido residente en Mostoles algo guaperas, fumador y bebedor, que vive en un quinto piso de protección oficial con vistas a la autopista y que en el curso de una investigación descubre que no era huerfano sino que su padre vive y que encima es un asesino en serie que ha fijado su objetivo en la vecina del tercero casualmente su novia.
Una cosa así, y todas sus historias colaterales ha de durar como poco 400 paginas.
Pues todo eso lo he encontrado este verano en Millenium, yo y medio mundo. Cuando eso pasa, cuando «encuentro» mi novela entonces no la suelto y ese es mi problema. Que se acabó.
Se acabó viajar por la red de la mano de esa hacker con aspecto de anorexica, se acabó buscar al gigante rubio, se acabó seguir al intrépido periodista por un monton de poblaciones con nombre de armario de Ikea. Se acabó y ahora qué.
El viernes me pasé por un par de librerias y a poco que te fijases acá y allá veias seres desvalidos buscando algo con que substituir al espia ruso, impune maltratador de mujeres .
Pues no sabría qué decirle, a mi me pasa lo miso. Te dice el dependiente.
Ni tan siquiera te queda la esperanza de una cuarta entrega. Cachis! ya es mala leche morirte sin saborear el éxito y encima sin ver un puñetero céntimo.
Lo mismo me pasó con Noah Gordon o El señor de los anillos, ambas leídas más de una vez.
Al final he encontrado la solución en mi marido, que él si es gran lector. Y por eso porque tiene más experiencia desde hace años tiene el problema resuelto a base de colecciones. Una vez hecho el esfuerzo de localizar un autor y un tema tiene varios libros de margen a cual más gordo. Así es como llegaron a casa autores cómo:
Lindsey Davis y Simon Scarrow y sus personajes de la antigua Roma
George Mc. Donald Fraser y Flashman, el cobarde más condecorado de la época victoriana
Bernard Cornwell y su inefable Sharpe
Patrick O’Brian y sus aventuras de la armada inglesa, y
Douglas Preston y Lincoln Child con el extraño y enigmático agente del FBI, Pendergast.
Que por cierto me está esperando en el sofá con un montón de cadáveres por identificar.

7 comentarios en “Y ahora qué?

  1. Tengo el libro ideal «In the loo» por correo aparte te mando información, por si no lo conoces.

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  2. si me permites una recomendación, tengo en casa un mamometro de poesia barroca, de cuando estudiaba, que va de p.m. para dormir.
    Si te interesa te lo mando, a mi mujer le haré un favor

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  3. Igualito, igualito me ha pasado a mi y supongo, como tu bien dices, a otra mitad del mundo. Una vez acabe (debore) la trilogia me cuesta horrores empezar otro libro y si lo hago me aburre enseguida. Estoy esperando se me pase el sindrome, y mientras leo tus cosas que me gustan mucho.

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